viernes, 27 de marzo de 2009

El secreto del Mediterráneo


Hace 15 días, exactamente, iba yo caminando en el Sanborns de Plaza del Parque, aquí en mi hermosísima ciudad de Querétaro. Acababa de comprar un CD que pronto regalaré y pensaba: "ya, tengo que ahorrar, no compraré nada más, debo cuidar mi dinerito". Y al pasar por la sección de libros, en esas grandes mesas donde están los "best-sellers" fui literalmente atraída como si de un imán se tratara, o más bien, una fuerza sobrenatural impresionante, me atrajo e hizo regresar. "¡Oh!", exclamé. "Se parece mucho a la Catedral de Palma de Mallorca". Entonces ví la portada y dije, "más bien el rosetón debe ser de Notre Dame o algo así", pues aquí aunque estamos acostumbrados a lo europeo, no así a lo Mallorquín 100%. Me acerqué y ví el título: "El secreto del Mediterráneo". Entonces no podía ser París...lo abro y ví que su autora, Bárbara Pastor, había nacido en Palma de Mallorca.

Esto es una gran coincidencia como esas que suceden en mi vida, o de esas que dan pie a escribir relatos fantásticos. Pues bien, ¿lo adivinan? Lo compré, no me quedó más remedio. La coincidencia está en que próximamente regresaré, sí, a España y específicamente a Barcelona y Palma de Mallorca, esa isla que me atrae con tanta fascinación y con tantos puntos en común con mi natal Santiago de Querétaro, no sé por qué. Espero averiguarlo pronto. Quizá este libro tenga la respuesta.

Resulta que he empezado a leer la novela. Me encanta. A manera de diario va estructurando los capítulos. Un poco la forma en que escribo los diarios de mis viajes. Ejemplo: Palma de Mallorca, 29 de octubre de 2006. O bien, Barcelona, 8 de septiembre de 2007. Inicia con un misterioso asesinato, el hallazgo del cadáver de un sacerdote flotando dentro de un saco y con 2 serpientes negras tan siniestras como escalofriantes, todo en la Costa de la Calma. ¿Puede uno imaginarse tan macabro hallazgo en un lugar tan espectacular? Bueno, ese el punto donde te atrapa la novela.

Según el Diario de Mallorca el libro se presentó en Palma el 23 de septiembre de 2008 y lo equipara un poco con El Nombre de la Rosa de Umberto Eco.

Llevo apenas los primeros capítulos, pero más que la obra de Eco, yo le estoy encontrando parecido con El Código Da Vinci dentro de un marco histórico-cultural totalmente mediterráneo que me atrapa, por lo fascinante que resulta, sobre todo al descubrir lugares, monumentos, iglesias que identifico al exclamar: "¡yo he estado ahí!".

La historia se basa en una pintura real, un mural, que está dentro de la Catedral de Palma , cariñosamente llamada por los mallorquines, La Seu. Dicho mural fue pintado por Miquel Barceló y es el eje de toda la serie de sucesos misteriosos, asesinatos y enigmas que uno va descifrando. Los personajes oscuros: Marquet Bonnín, protagonista que da vida a un pintor mallorquín y un extraño mecenas Cristófol Molferrut con un pasado y serie de advertencias que se deben decodificar en cada capítulo. Una rara historiadora de arte que es la que nos va guiando conforme descubre los enigmas entre la pintura, su mensaje reflejado en el rosetón dentro de la Catedral, y los datos históricos y culturales que nos proporciona.

Me encanta esta chica porque vive en Paseo Marítimo, desayuna chocolate con ensaimada, y bueno, va describiendo Palma de una manera que yo ya quiero regresar y buscar esos callejones, aunque la verdad, no quiero encontrar ningún cadáver como los que aparecen en el relato. Su novio, también aparece en la novela y es un escritor que relata formas de viajar y adentrarse en diversos lugares exóticos. Todo esto mezclado con la descripción de lugares como Déia, Barcelona, y todo el clima del mediterráneo. Así que con todos estos elementos, misterio, conjunción del binomio realidad/ficción, literatura, viajes, mediterráneo, leyendas exóticas, cultura, curiosidad, religión, arquitectura, tradición vs. modernidad, costumbres, sentimientos, bueno, yo me siento engolosinada, cautivada.

Espero terminar mi lectura completa a mi llegada a Barcelona o en Palma de Mallorca, y entonces re-descubrir estos maravillosos sitios. Creo que este libro me ha encontrado a mí y me está haciendo compañía en mi pre-viaje y durante mi viaje, espero que me devele más secretos y sorpresas, por supuesto, agradables todas ellas.

Termino con esta pequeña cita que encontré en la página de la Catedral de Palma, y es real, porque sí, la novela tiene este encanto, llevarte del mundo de la ficción a buscar las referencias al mundo de lo real....y la magia de encontrar las similitudes y sorpresas como ésta:

La Catedral de Mallorca es un balcón por donde el misterio asoma a
nuestra tierra.

Claridad de la piedra. Espacio y
silencios
. Olor del agua marina que se vierte por los
ventanales.
Las huellas del
tiempo
.Vida y muerte. Misterio del Absoluto-con-nosotros, de
aquel amor más fuerte que la muerte que quiso plantar su tienda entre las
nuestras.
Misterio de la
belleza
siempre antigua y siembre nueva. La poesía, hija del misterio, ha inventado
palabras para decir aquello que solo puede ser presentido:

“Catedral del mar”. “Catedral de
la luz”. “Catedral del espacio”. “Catedral de los
rosetones...”.
La intervención del artista Miquel Barceló
en la capilla del Santísimo, recientemente terminada, proporciona la ocasión
para que un nuevo calificativo se añada a la lista: “Catedral de la eucaristía” (Teodor Suau i Puig).





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