domingo, 14 de agosto de 2011

Dulce compañía y Un mensajero de la noche

Muchos saben que soy fan de los ángeles. Sí, de esos seres espirituales y alados, llenos de luz, paz y amor que en todo momento nos cuidan y nos guían hacia el destino que Dios ya nos tiene preparado. Bueno, pues muy independientemente de mi afición por este tema, leo muchas obras sobre todo para los programas de estudio de las clases de Lenguaje y Literatura que imparto, pero a raíz de ellas, surgen otros libros que anoto en mi lista de obras por leer, por puro gusto.
Bien, como ya había comentado por aquí, leí para tal propósito Delirio de Laura Restrepo y luego, leí una entrevista que le hicieron y mencionó otras obras de su autoría, una de ellas: Dulce Compañía y que me doy a la tarea de buscar la reseña y sinópsis. ¡No podía creerlo! Una vez más, lo objetivo vs. subjetivo, la escritora casi periodista frente al tema de los ángeles. Esta fusión de mundos reales-espirituales me fascina y está alrededor de mi amor por los angelitos, siempre hay una periodista, un caso que salió en las noticias, un reportero en pos de un milagro, y donde no se pueden separar ni la espiritualidad de la razón, y más bien se tienden a confundir religiones con exclusivas periodísticas. En fin.

Fui a la librería, compré DULCE COMPAÑÍA y en dos tardes, después de comer, me senté muy contenta en la sala de mi casa a leer esta historia, muy simpática, de tan buen humor, ágil, dinámica, pero con un aire entre nostálgico, romántico y esperanzador.
Dulce Compañía es la historia de una reportera joven, de la revista de escándalos y celebridades "Somos", acostumbrada a que le asignaran las notas más frívolas del espectáculo, de pronto, la envían a cubrir la aparición de un ángel, en un barrio paupérrimo de Santa Fé de Bogotá. Ella acude con más ganas de renunciar a su empleo, odiando a su jefe y empapada por un aguacero atroz, cuando de pronto, se encuentra siendo la más ferviente admiradora y enamorada de este ángel de carne y hueso. Así son los actos milagrosos, así son los actos de fe ciega. Y así, en una ciudad caótica, en medio de la pobreza, el desorden público, las pandillas, los adictos, los desesperanzados, las locas de un manicomio, y las madres solteras ultrajadas y puestas a luchar contra un destino que ellas no eligieron, se ve inmiscuida, salvándose y salvando a un ángel.
Entre capítulo y capítulo ella va anotando nombres y funciones de arcángeles milenarios que claro, tendrán que ver con la personalidad de este ángel con proporciones mesiánicas que describe la Restrepo. En torno al ángel hay otros personajes femeninos, desde las chismosas del barrio, hasta la madre del propio ángel, una doctora, una excampeona de la lucha libre, una ex-monja y un sacerdote como antagonista de toda esta serie de eventos. El planteamiento al final es: Los milagros ocurren cuando menos lo esperas y los ángeles en verdad existen si es que tú así lo decides. Mi pregunta final sería ¿en qué creen los que no creen? porque cuando no creen, se les presentan experiencias de este tipo, los ángeles les embarran las alas en la nariz y sólo basta una pequeña mirada hacia la luz que los haga vibrar, para sentir su dulce compañía.


Esta historia me remitió a otro libro que ya había leído hace tiempo y que se llama: Un mensajero en la noche, de María Vallejo-Nágera, sí, también una escritora y también su protagonista es una periodista española que viaja por los montes pirineos a buscar a un presidiario, en cuyo pasado se encuentra una lista de pavorosos asesinatos, pero que fue enviado a un monasterio lejano por comenzar en su celda a manifestar estados de posesión diabólica. La reportera al encontrarlo y comenzar una serie de entrevistas encerrada con él en su celda, descubre que no es propiamente el diablo sino una serie de arcángeles que requieren "purificar" al hombre para convertirlo en un mensajero para la humanidad.
De igual forma, la periodista, que a su vez como toda mujer activa y profesionista sufre problemas de pareja, con un matrimonio que no termina por consolidarse y una vida tan activa como solitaria, huye hacia esas montañas y se refugia en lo que parece ser el reportaje de su vida, pero también la búsqueda de respuestas a sus propias inquietudes de vida. Una más que no cree y termina creyendo o al menos, atestiguando el fenómeno angelical en una serie de eventos y presencias maravillosos y misteriosos.
Ambas historias fascinantes, coinciden para mí en que las protagonistas de nuevo, son mujeres y además, periodistas. ¿Cuál es la misión de las periodistas actuales que tan cerca están de los ángeles? Van en pos de temas que se prestan más al escándalo que a la fe religiosa, a la enseñanza moral o al amor, pero que al enfrentarlos,a caban por atraparlas en ellos. Una novela simpática para reflexionar, otra de misterio y superstición, pero que también te lleva a la reflexión profunda. Ambas de frente a la lucha interna de la mujer con su soledad y su reto mayor: el amor.

Madame Bovary y la bipolaridad misógina de Gustave Flaubert


Madame Bovary es la fuente de inspiración de los novelistas contemporáneos. Un Vargas Llosa o cualquier escritor neoyorquino la tiene como referente y quizá hasta como fuente de inspiración. Leí a Flaubert en los inicios de mi adolescencia y de hecho, lo leí en frances: Un coer simple, se llamaba su pequeña obra. Lo leí para practicar mi francés y me gustó, pero sin fascinarme. Años después, para actividades escolares, leí fragmentos de Madame Bovary y al ser un texto de estudio, no le presté más atención que para cumplir y obtener una buena nota. Años más tarde, buscando información sobre Literatura en Internet, me encontré con un estudio de psiquiatría que analizaba la personalidad de Gustave Flaubert a partir de su novela Madame Bovary.  El estudio era muy interesante porque unía Literatura y Psicología, así que fue muy placentero encontrar una nueva forma de analizar esta obra.

Como la mayoría sabe, Flaubert fue llevado a juicio a causa de esta novela, legalmente le ordenaron reescribirla porque iba en contra de todos los cánones y costumbres francesas de la época, finales del siglo XIX, sobre todo, contra la forma de ser de las mujeres.

Por su parte, Flaubert siempre mantuvo su postura de que cada personaje y situación habían sido producto de su imaginación, la historia no se basaba en nadie y no pretendía denunciar a nadie. A pesar de ello, tuvo que reescribir la obra, capítulo por capítulo, lo que maravillo al mundo de las letras, por dejar un producto literario tan perfecto y minucioso que es difícil de igualar.

Quizá producto del tipo de esquizofrenia que padecía -hoy conocida como desorden bipolar- y los ataques epilépticos que sufría, Flaubert pudo disociarse del escándalo social y legal en el que estaba inmiscuido y concentrarse en una novela perfecta, hoy en día, símbolo del realismo y costumbrismo franceses. También su extraña personalidad lo llevó a vivir los más tórridos romances de la vida real, el más conocido con la escritora francesa: Collette, incluso existe una obra titulada: Cartas a Collette, publicada por uno de los mejores amigos de Flaubert, Guy de Mauppassant, justo a la muerte del primero. En esas cartas se vislumbra el amor frenético y apasionado entre Flaubert y Collette y luego, el olvido frío y sarcástico del autor, cuando ya iba en pos de otra compañera. Muchas de estas actitudes están presentes en su novela y en otras de sus obras como La Educación Sentimental.

Leer hoy Madame Bovary nos da otra perspectiva de las relaciones matrimoniales por acuerdo y conveniencia. Se parece tanto a muchas mujeres actuales, insatisfechas, aburridas, en busca de la novedad, de los lujos de las grandes ciudades, y de las tentaciones y placeres que probablemente llenarán sus inquietudes y frustraciones.

Conociendo a los franceses, y viendo otras historias sobre las francesas, no es raro el comportamiento de Madame Bovary, yo creo que podemos encontrar muchas Madame Bovaries en Francia, en EEUU y en México. Lo interesante es ver cómo se construye el personaje de la protagonista, desde una postura misógina y que finalmente, tiene una justificación sensible y femenina.

Películas y series sobre esta obra hay muchas, pero creo que además de la más reciente producción como serie de televisión francesa (1995), hay una película que se convirtió en un hito por incluir en el guión al mismo Flaubert. Se trata de la versión cinematográfica (1942) de Vincent Minelli, sí, totalmente norteamericana, pero con una fuerte mirada sobre el juicio de Flaubert y la defensa que él hace de su novela, vale la pena verla, como una adaptación del texto original.


Madame Bovary, siempre será tan polémica y tan actual, no importa cuánto tiempo pase. Se trata de la historia de una mujer que se enfrenta entre sus costumbres y lo que la sociedad dicta y sus deseos e intereses más profundos, como ya dije, cuestiones que no sólo atañen a los franceses sino a las mujeres de todas las culturas y todos los tiempos. Y Flaubert, para mí, no sé si sería misógino o no, pero sí quería apasionadamente a sus amantes, lo que le faltaba, como a muchos hombres de personalidad tan intensa, era un poco de amor y seguridad.

Delirio de Laura Restrepo y La Reina del Sur de Arturo Pérez Reverte

Leí Delirio hace 2 años porque en un curso de profesores de Lenguaje y Literatura que tomé en Buenos Aires, Argentina lo comentaban mucho y porque precisamente, en aquel viaje, me tocó estar en el Día Internacional del Libro, así que desde asistir a la Feria, que estaba repletísima, comprar los libros, ver a muchos autores de la Patagonia, resultó algo fascinante para mí.

Pero Laura Restrepo es colombiana, y por eso me encantó más que la nombraran en aquel curso. De hecho, cuando busqué su libro en la Feria, no lo encontré, se habían agotado sus obras. Lo vine encontrando en México y decidí colocarlo como una de las obras que leerían mis estudiantes de Lenguaje y Literatura (Español Nivel Superior). En aquella ocasión, el tema que resalté para el curso fue: el conflicto de identidad y los conflictos sociales, la lucha con el pasado del protagonista y los problemas del narcotráfico en Colombia. Temas que se encuentran fácilmente en la lectura de esta novela.

Restrepo escribe de una manera ágil, dinámica, al grano, sin darle vueltas a las cosas. También es desconcertante, en esta novela, porque altera el tiempo. Parece como si el tiempo para ella fuera una pieza de un rompecabezas móvil, lo quita, lo pone, lo deshace, lo vuelve a construir. Claro, al llamarse Delirio, el tiempo fluctúa entre los momentos de lucidez de la protagonista y los momentos de locura. Un ir y venir del pasado al presente, de la locura a la razón. Llega un momento en que todos los tiempos se encuentran y me parece que Laura Restrepo está hurgando entre los misterios de la razón, entre ese borde que separa al ser humano de la cordura y comienza un frenesí por la locura. ¿Quién es más cuerdo? Realmente, entender un presente cotidiano, llevando una vida normal como la lleva su protagonista y de pronto, verse golpeada por un pasado donde el narcotráfico era parte de su realidad, es para volverse loco. Pues por eso, la mujer del relato vive en su Delirio. Y aquí, la mujer como parte interesante de un conflicto mafioso y bélico cobra realmente vital importancia.

 Luego leí La Reina del Sur de Arturo Pérez Reverte. Confieso que primero vi la serie televisiva, sí esa de Telemundo con la coproducción internacional, que se filmó en España, México, Marruecos, Colombia, Italia y Estados Unidos. Más que una telenovela, para mí fue una serie policiaca que conservó en buena medida, el espíritu de la obra literaria original. Ya había leído fragmentos de esta obra y me parecían geniales, pero no había llegado mi momento para disfrutarla como a mí me gusta, junto a una ventana con vista hacia un paisaje lindo, una mañana esplendorosa, tomando un café americano con crema y un panecillo francés. Así la comencé a leer y me atrapó, me fascinó. Y pensé en incluirla para la siguiente generación de mis estudiantes, pues las variables de comparación entre La Reina del Sur y Delirio son fácilmente reconocibles, y sus protagonistas de pronto, al verse atrapadas en el mundo de la mafia y el narcotráfico, tienen que luchar por sobrevivir, una a través de la cordura y otra, de la locura. Y donde su único placebo o escape de ese mundo que las escogió a ellas, es el amor. A pesar de todo, ambas creen en el amor y creo que por eso, las historias no sólo se pueden comparar, sino hasta justificar desde el punto de vista femenino.

La Reina del Sur está basada en una historia real y esto convierte a la novela original en un texto con múltiples lecturas que se complementan entre sí. Por un lado, sus distintas versiones en paralelo a lo literario: el corrido de los Tigres del Norte, la película que pasó sin pena ni gloria, la exitosa producción televisiva, la nueva edición de la novela. Por el otro, el seguimiento noticioso del caso real, para saber quién es esta mujer que por momentos se recluye en el anonimato de su celda, y por otros, sale en primera plana de los diarios noticiosos.

Dos figuras femeninas, cuyo rol en la época actual y conflictiva que vivimos no sólo le da un giro de 360 grados a cada historia, sino que plantea una pregunta: En este mundo de hombres, finalmente ¿quién tiene el control?