jueves, 28 de mayo de 2009

“Vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala” (Borges)

Y al leer El Aleph de Jorge Luis Borges, me encuentro fascinada con su mención y visión de mi hermosa ciudad, Querétaro.









Cuando, como queretana, pienso que ya lo he visto todo, que he viajado por el mundo, que quizá he vivido suficientes experiencias, regreso a mi terruño, vuelvo a mi vida cotidiana y entonces, la literatura me dice: Aquí lo tienes todo.









Nunca pensé que alguien como ¡Borges! se hubiera fascinado por lo que yo siempre he considerado lo más maravilloso de mi ciudad: sus atardeceres.









"Ví un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala”,
es una de las muchas frases que repite Borges en el Aleph, como parte de esas maravillas del Universo, incluyéndola como aquello que vale la pena ver.






El poniente, por donde se mete el sol, fascinantemente rojo, grande que se difumina en distintos colores que van desde el rojo-naranja-magenta-rosa-lila-morado. La luz del atardecer, reflejada en la CANTERA ROSA (rosa de Bengala) de nuestro Acueducto y demás conventos, museos, patios, casonas coloniales, es lo que vio y maravilló al genial Borges.


Descubrirlo en su Aleph, es una emoción, un orgullo que quiero compartir alegremente aquí.