jueves, 19 de junio de 2008

Julio Cortázar

Julio Cortázar es mi favorito. Un escritor activo que forma lectores activos. No se contenta con presentar una historia lineal. Él juega con los personajes y con el lector, nos hace entrar en su obra, participar de ella y con ella, cambiar, transformar y evolucionar más allá. Un hombre maravilloso que pocos logran comprender. Hace poco tomé un curso de narratología y leímos uno de sus cuentos: Axolotl. Era la primera vez que lo leía y me fascinó. Requiere de unas 3 lecturas para entrar al juego que propone Cortázar; es maravilloso. Pero ¿qué es un Axolotl?, me pregunté. Cortázar suele inventar palabras, pero esta vez utilizó una verdadera; se basó en unos seres tan misteriosos como reales y además originarios de México, los ajolotes. (Aquí la pronunciación de la X también es parte de la ambigüedad del juego narrativo). Podría decir que esta curiosidad que guió mi búsqueda es responsabilidad absoluta de Cortázar. En torno a su definición aparece la mitología azteca pues Xólotl era un dios dual. Las imágenes de los axolotls no son tan agradables, más bien, son inquietantes tal como el relato mismo. Maravilloso, intrigante, encantador. Axolotl. Lee este cuento y dime: ¿Qué ha dejado en ti?

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